CEBOLLA CHATA DE MIÑO EN ARCILLA CON CALDO DE MISO

No, no todas las cebollas son iguales… Estamos hablando de una excelente cebolla que se cultiva en un entorno que son As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo. Más concretamente en la comarca de la localidad de Miño. Si no las conoces, ya estás tardando. Ya sólo por que se trata de una reserva de la biosfera declarada por la UNESCO en 2013. Pero la cebolla de Miño, más conocida como la Chata de Miño, lleva siendo el vegetal protagonista de la comarca desde hace muchos años. Tantos, que en 2001 y por iniciativa popular se celebró la primera «Feira de la Cebola Chata de Miño» y que ahora cumple su XX edición. Como no podía ser menos, La Cocina es Vida se une a esta celebración de una manera muy especial y es que, por ser uno de los ingredientes que utilizamos en nuestros platos con mucha frecuencia, nos ayudó a ser ganadores del premio Blogueros Cocineros de Canal Cocina en su última edición. Su sabor dulce, su suavidad, su textura y la sostenibilidad a la hora de cultivarla y comercializarla, hacen de ella un producto tan fantástico que todo el mundo debería conocer y tenemos el orgullo y la responsabilidad de que el ayuntamiento de Miño nos ha nombrado embajadores de “A Cebola Chata de Miño” para desempeñar esa labor a través de nuestras recetas y medios por los que divulgamos. Sí, por el aliento no nos conoceréis y tampoco por nuestros llantos a la hora de cocinarla. Es una cebolla tan suave, que como en la receta que os dejo, el corazón os conquistará. Atreveos y manchad vuestras manos por este manjar que hará que salten vuestras lágrimas, pero de alegría.

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS

4 Cebolas Chatas de Miño medianas.

4 Sobres de caldo de Miso instantáneo (en la sección comidas orientales).

Trocitos ventresca de bonito curada.

Brotes vegetales variados.

Sal.

1 Paquete de arcilla para modelar.

ELABORACIÓN

Comenzamos cogiendo un poco de arcilla y extendiéndola con el rodillo sobre un film de cocina hasta que tenga el tamaño aproximadamente de un folio, procurando de que no se rompa. Procedemos a envolver una cebolla sin pelar y la cerramos bien por todas las partes hasta que quede una especie de de paquete. Repetimos esta operación con el resto de las cebollas y las metemos en el horno precalentado a 200 ºC durante media hora. Aprovechamos para hacer el caldo de miso siguiendo las instrucciones del fabricante. Sacamos las cebollas del horno, dejamos enfriar un poco y con un martillo rompemos la capa de arcilla. Las partimos al medio sacando la parte del corazón de cada mitad y desechando las capas externas. Ya sólo nos queda emplatarlas individualmente. Para ello, ponemos en un plato hondo el corazón de una cebolla, le añadimos un poco de caldo de miso caliente y terminamos con unos trocitos de ventresca y unos brotes vegetales.

PRESENTACIÓN

Como estamos de celebración, sacamos el mejor plato hondo que tengamos, ponemos un poco del caldo de miso, las cebollas, el bonitos curado y ponemos los brotes a modo decorativo. ¡Para llorar de alegría!

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