Estamos ante un raro espécimen de la cocina coruñesa, ya que el local que decidió abrir Chisco Jiménez hace casi diez años en el bajo de casa de su abuela Culuca, y que le debe el nombre a ella, tiene una personalidad propia muy diferenciada del resto de los restaurantes de la ciudad herculina. Quizás sea por el ambiente “casual” que se vive desde la barra hasta las mesas del comedor. Y es un casual entrecomillado, pues esta palabra inglesa, que Chisco conoce perfectamente tras trabajar en un restaurante en Londres, describe algo informal pero a la vez de corte elegante. Creo que esa palabra podría definir perfectamente la cocina de nuestro chef. Tras paso la Escuela Superior de Hostelería y por Casa Marcelo, Quique Dacosta, Pepe Vieira… adquirió conocimientos y técnicas que hoy las aplica tanto a carnes, como pescados y arroces. En sus fogones se conjugan la cocina de producto de calidad con toques personales y a su vez realiza una cocina basada en la tradición, pero dándole un empujoncito, que la hace distinta, sin perder su carácter de siempre. Para muestra, los típicos callos del fin de semana. El plato típico gallego que no ha de faltar los domingos a la hora del aperitivo, lo ha perfeccionado y customizado de tal manera, que son los favoritos de muchos gourmets de la comarca e incluso de fuera, pues además de poder tomarlos en el local hay servicio de take away y delevery. Si eso lo complementamos con una ensaladilla muy actual o con una tortilla de Betanzos, tendremos un menú en apariencia tradicional, pero con toques muy personales. Pero para mí hay un plato, el morro en jugo de callos, que me traslada a otro mundo. Meloso, crujiente, especiado, sabroso…  Ya sólo el aspecto invita al morreo y es que al hocico confitado y super-tierno, le dan una fritura justo antes de servir, que le aporta un crunchy que se complementa con la salsa de sus famosos callos. La pena, es que no se puede servir fuera del restaurante. La Suerte, tener a una buena persona como Chisco, amante de la cocina popular con toques novedosos, que ahora nos vuelve a deleitar y podemos tomar otra vez en su local esa nariz, que ojalá creciera como la de Pinocho.

CULUCA

Av. de Arteixo, 10

15004 A Coruña

981 978 898

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