Cuando los romanos se asentaron hace 2000 años por primera vez en este paraje Alentejano, sabían muy bien lo que hacían. Y es que en estas tierras, la familia romana Basilii comenzó a producir aceite de oliva y vinos que portaban con sus propios caballos a las cercanas localidades de Lisboa, Mérida o incluso a la lejana capital del imperio en Roma. De hecho, se cree que aquí fue el origen de pura raza lusitana, tan admirada hoy en día.

Tras una larga historia como centro agrícola de referencia, la propiedad incluso hace años pasó por manos de los reyes portugueses D. Dinis y Santa Isabel, en 2014 el matrimonio formado por Isabel Revelo y Paulo Barradas, decidió recuperar la actividad inicial, aceite, vino y caballos, pero esta vez con un exclusivo establecimiento de 5 estrellas, Torre de Palma, acogido a Desing Hotels, para que sus huéspedes disfrutaran de esta histórica construcción.

La región portuguesa del Alentejo está de moda y más si hablamos de enclaves como Troia o Comporta. Pero esta región tiene muchos más atractivos que el litoral, como por ejemplo, contemplar la puesta de sol desde la Torre de Palma tras una intensa jornada de actividades, antes de una reconfortante cena.

Tuvimos la suerte de visitar este exclusivo wine-hotel en la época de la vendimia (pincha aquí para ver reel) Las siete hectáreas de viñedo que rodean la propiedad además de un olivar y un bosque, anuncian que todo lo que ocurre allí tiene que ser bueno. Nada más atravesar los muros del edificio principal, se aprecian las manos del arquitecto Joao Mendes y la decoradora Rosarinho Gabriel. Las piezas recuperadas de la familia se integran perfectamente en un entorno que conjuga tradición y modernidad. Rodeando un patio perfectamente cuidado se encuentran las fantásticas habitaciones, junto con la capilla, la bodega, el restaurante y el cocktail bar en edificios independientes.

 

La mañana de la vendimia comenzamos con un contundente desayuno en el patio con los típicos productos alentejanos. Excelentes panes, aceites, quesos, huevos… muchos de ellos de producción propia y todos ellos procedentes de pequeños productores locales, sostenibles y de economía circular.

Una vez repuestas las fuerzas, Jorge Campos, Sales Manager de la bodega y Margarida Barradas, Directora de Operaciones, nos reciben con gran amabilidad y nos equipan con la indumentaria y herramientas necesarias para iniciar la vendimia. No tenemos que andar mucho hasta situarnos en uno de los viñedos que rodean el hotel para comenzar con la variedad Alicante Bouchet. Tras las instrucciones necesarias empezamos la colecta bajo un espléndido sol de septiembre.

Cuando hemos llenado varias cajas, nos trasladamos a la bodega donde nos recibe el enólogo Duarte Deus y las depositamos en uno de los lagares. Aparte de ser muy divertido, estamos llevando a cabo un método tradicional de vinificación que aumenta la calidad de los caldos y que beneficia nuestra piel al ser un tratamiento detox y exfoliarte. ¡Totalmente recomendable!

Tras la «lagarada», como se conoce el pisado de uva en Portugal, probamos los vinos que se producen en la bodega. Blancos y tintos sorprendentes, con el sello alentejano, pero con variedades tan especiales como la Albariño o Tinta Miúda que le aportan carácter a estos grandes caldos que evolucionan en distintos tipos de barricas.

Terminamos la jornada dando un paseo entre los olivares montando un pura raza lusitana, donde nos tienen preparado un completo picnic con productos de la zona que disfrutamos a los pies de un olivo. Nada mejor que un baño en la piscina exterior, o si lo prefieres en el spa interior, antes de ir a cenar.

El restaurante gastronómico del hotel, Palma, dirigido por el chef Miguel Laffan, con una estrella Michelin en su currículum, ofrece una cocina contemporánea alentejana, con productos Km 0. El servicio de sala te hace sentir como en casa por su taneción y experiencia. Incluso hay platos que elaboran delante del comensal como el de «Huevos biológicos Torre de Palma» que te lo cocina el propio Jefe de Sala delante de los comensales.

Los postres nos sorprenden al igual que los vinos de Torre de Palma, que se complementan con otros en una estudiada carta. Quizás la cena sea un buen momento para planear las actividades del día siguiente, que van desde un paseo en bicicleta, a caballo, subir en globo, un picnic campestre, una relajada sesión de spa o incluso un curso de vinos con el reconocido título WSET. En Torre de Palma te vas a la confortable habitación pensando en la experiencia que tendrás al día siguiente, siempre integrada en la naturaleza, gastronomía y bienestar y porqué no, en las antiguas tradiciones romanas.

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TORRE DE PALMA

Heredada Torre de Palma, 7450-250

Portugal

www.torredepalma.com

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