VINO LA MALDITA

Y no es que haya llegado de repente ni de muy lejos. La Maldita, de origen español, siempre ha estado presente en toda la zona de Rioja aunque en los últimos tiempos ha ido menguando su presencia. Pero.. ¿quién es la dichosa Maldita? La Maldita no es más que la variedad de uva Garnacha Tinta, llamada de ese modo por ser muy delicada, de piel fina y que daba vinos de fácil oxidación. En la zona de Rioja se fueron arrancando cepas a favor de la Tempranillo y hoy en día no es que la presencia sea testimonial, pero está alrededor de un 10% del total de la producción.

Tradicionalmente la Garnacha Tinta era únicamente valorada en los vinos del Priorato, Châteauneuf-do-Pape o en el dulce natural de Banyuls. Ahora, de la mano de Dinastía Vivanco, bodega famosa por su experiencia en Rioja y que posee el museo del vino más importante del mundo, se atreve con un monovarietal, exclusivo y de muy buena relación calidad/precio. Para ello recoge uva de la zona central y baja de la D.O. con viñedos a una altura de entre 450 y 750 metros. Lleva una crianza de tres meses en los cuales el 80% del mosto permanece en sus propias lías mientras el resto pasa a barrica de roble francés y americano.

Como resultado tenemos un vino color rubí, fresco, con una primera sensación en nariz muy afrutada dejando paso incluso a notas minerales y pasificadas. En boca tiene una persistente acidez aunque no por ello deja de ser goloso e invita a otro trago. El retrogusto permanece con taninos vivos. Tiene muy buena estructura, la imagen es muy buena y es fácil de beber. En esta ocasión lo disfrutamos con una fideuá de panceta ibérica y caracoles que le vino al pelo.

Bendita Maldita, bienvenida seas.