La verdad en que en mis últimas visitas a Oporto me he planteado esta pregunta, ya que siempre, por una cosa u otra acababa en Matosinhos. ¿No sería mejor quedar en Matosinhos e ir de visita a Oporto?
Esta población pegada a la ciudad del Douro y que forma parte del llamado Gran Oporto, cada vez tiene más atractivos para que muchos de los turistas que visitan la zona, la tomen como base.
Y es que indudable de que uno de sus puntos fuertes es la playa, a la que en verano se dirigen todos los portuenses, por que además de poder hacer surf, ver diferentes campeonatos o practicar otros tipo de deportes, se puede pasear en bici, comer en una terraza o pasar la tarde en un chiringuito de lo más cool.
La playa discurre desde el Castelo do Queijo (al final de la Avenida de Boavista) hasta el puerto pesquero. Por cierto, dicho puerto, que se podría considerar el puerto pesquero de Oporto, es el que más pescado comercializa a través de su lonja de todo Portugal. No es de extrañar entonces que frente al puerto encontremos decenas de restaurantes que preparan los pescados que se han subastado en el día y los cuales exhiben en vitrinas para que los elija el comensal. Estos han cogido tal fama, que para el turista que viene a Oporto, se haya convertido casi en una obligación el ir a comer peixe a uno de estos restaurantes. Entre otros unos de mis favoritos son el Sr. Valentín o Lage do Señor do Padrao. Los visitantes fotografían las parrillas y a sus maestros como si se tratara de todo un espectáculo.
Pero si buscas un sitio distinto puedes ir a la Praia do Aterro, donde disfrutarás desde la terraza de L’kodac de uno de los sunset en más divertidos de todo Portugal. Además, todos los 30 de junio se celebra la mayor fiesta de playa de toda Europa, el EDP Beach Party, reuniendo a los grandes protagonistas de la música electrónica del mundo y congregando a miles de personas durante dos días.
Para encontrar tranquilidad y refinamiento, justo al lado tienes la Casa de Chá, edificio de Álvaro Siza, natural de Matosinhos, desde donde Rui Paula, con su Estrella Michelin, te hará sentir una experiencia única a los pies del Atlántico. El precio va acorde con el sitio.
Si lo que te apetece de verdad es mojar los pies o darte un baño en el Atlántico y es verano, visita las Piscinas das Marés, también del arquitecto Siza que no te dejarán indiferente y las podrás disfrutar por una módica entrada.
Pero… ¿Aquí no se descansa?
La apertura recientemente del Sea Porto Hotel ha sido definitiva para dar respuesta a la pregunta. Hacía falta un hotel que estuviera a la altura del resto de la oferta turística de Matosinhos, y este cuatro estrellas cumple todas las expectativas. Con una estudiada situación, nos permite acceder y aparcar con facilidad prácticamente desde cualquier punto, incluido el aeropuerto. Desde el hotel tenemos una parada de metro a cinco minutos que nos llevará hasta el corazón de Oporto o de vuelta, operando las 24 h durante los fines de semana.
Se comenzaba a echar de menos un hotel con una excelente relación calidad precio con unas habitaciones confortables, bien insonorizadas y equipadas, en un entorno donde el cliente es lo que importa y todo se dirige a que su estancia sea lo más agradable posible.
El desayuno bufet está cuidado al detalle y en unas instalaciones donde predomina la decoración marina, en el bar, que tiene una barra a modo de container haciendo un guiño a la cercana terminal portacontainers de Leixoes, podemos disfrutar de los cocteles más actuales o de una comida rápida, ya que también es un lugar ideal para los que van a trabajar.
Para ello cuenta con un business center y un excelente salón de reuniones.
Justo frente al hotel tenemos la iglesia del Bom Jesus de Matosinhos que data originalmente del S.XVI y si continuamos dando un paseo podemos llegar al bullicioso mercado de abastos, que ocupa un singular edificio, donde encontraremos todo tipo de pescados recién llegados del puerto y puestos con apetecibles frutas y verduras.
Es una de las visitas que no se pierden los turistas que desembarcan en la terminal de cruceros, situada en otro fantástico edificio muy cerca del mercado.
Entre tanta belleza arquitectónica no es de extrañar que Matosinhos sea la sede de la Casa da Arquitectura, que en breve se traslada a la Real Compañía Vinícola con más atractivos.
Podría seguir escribiendo hasta aburrir pero hay tanto que ver y que hacer que mejor acercarse a Posto de Turismo de Porto e Norte de Leça de Palmeira o sorprendernos con el ciberespacio interactivo
Porto Welcome Center, dependiente del mismo organismo, donde además de encontrar toda la información que precisemos, nos quedaremos asombrados de la manera tan avanzada de obtenerla, en este gran espacio situado en el centro de Oporto, frente a la Estación de Sao Bento.
Pero cuando llego a Oporto, vuelven las dudas: ¿Oporto o Matosinhos? Difícil decisión.
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