Cada vez son más las bodegas que tratan de ofrecer una experiencia gastronómica completa, buscando que los que nos acerquemos tengamos ocasión de conocer las instalaciones, degustar sus vinos maridados con productos de la zona,. disfrutar de la naturaleza y quedarnos a dormir en medio de unos viñedos. Hay algunas que lo están haciendo muy bien y una de ellas es Quinta de Lemos. Situada en la región productora de Dao, en el país vecino y a pocos Km. de Viseu, Hugo Chaves, su enólogo, se encarga de hacer los vinos y de afinarlos en la bodega antes de salir al mercado.
Vinos premiados internacionalmente con sugerentes nombres como Dona Paulette o Dona Santana, que son alguna de las mujeres que integran o integraron la amplia familia del propietario Celso de Lemos, se guardan durante años en bodega hasta que alcanzan el punto óptimo. Pero lo sorprendente es que algunos de ellos no salen siquiera de la bodega, pues van directamente al restaurante Mesa de Lemos, que se encuentra al lado, entre los viñedos.
Uno de los hechos más sorprendentes, es que en la carta de vinos de este restaurante sólo figuran los tintos, blancos, rosados y espumosos que se elaboran en esta exclusiva bodega. Por no hablar de los aceites, que Cátia Correia se encarga de que las aceitunas estén en su punto exacto de maduración para que en la almazara entreguen lo mejor de cada variedad. Pero si es sorprendente es toda esta actividad agrícola que desarrollan en esta Quinta, igual de sorprendente es el edificio aledaño que alberga el restaurante y todo el trabajo que desarrolla su chef, Diogo Rocha, el cual puedes ver en este reel de La Cocina es Vida.
El moderno espacio. diseñado en 2014 por el prestigioso arquitecto Carvalho Araújo y merecedor del premio ArchDaily, se encuentra totalmente integrado en la naturaleza y abierto a los viñedos. Desde el principio del proyecto, el chef Diogo, con una brillante trayectoria académica y profesional, ha estado trabajando duro y la Estrella Michelin ha sido la mejor compensación a ese duro esfuerzo junto con todo su equipo.
El menú degustación está basado en los excelentes productos más representativos de las distintas regiones productoras de Portugal. El proyecto está en continua actualización e innovación y, si únicamente trabaja con los vinos y aceites que se producen en esta cuidada finca, ahora el objetivo es la economía circular y que la mayoría de los vegetales y carnes que se sirvan en el restaurante, procedan del huerto y la ganadería que ya poseen en la Quinta.
La tradición de las materias primas, sorprende con el estilo de la cocina de Diogo Rocha ya que son recetas populares con muchos años, pero desarrolladas con técnicas muy actuales y unas estudiados tiempos de cocción, texturas y presentaciones. Pero la personalidad de estos productos. lejos de anularse, se remarca con las ingeniosas combinaciones que les aplican en la cocina y que convierte a cada bocado en una pequeña obra de arte.
El entorno es muy confortable y el servicio cercano, casi familiar, pero el comensal es el que lleva el ritmo de la comida, cosa que cada vez es más difícil de encontrar en menús degustación de Estrellas Michelin.
En esta ocasión, los entrantes del menú estuvieron marcados por el tomate y la espinaca que aparte de ser los colores de la bandera portuguesa, estaban en plena temporada. Por supuesto, la comida fue un recorrido por lo mejor de la gastronomía lusa, en el que no faltaron el bacalao de Islandia, el mero de las Azores, el cabrito de la Sierra de Caramulo, el requesón de la Sierra de la Estrella o las fresas de la Quinta de Lemos.
Destacar el estupendo maridaje que hace el Rosé que elaboran en la propiedad, así como Dona Paulette, vino premiado que lleva el nombre de la esposa del propietario, Celso de Lemos, que con este proyecto quiere devolver al campo de su región todo lo que un día tuvo que dejar para trabajar en Bélgica y desarrollar Celso Lemos y Habyss Habidecor, las marcas más lujosas de lencería de hogar que hoy podemos encontrar en los cinco continentes.
El comedor, con unas estupendas vistas sobre los viñedos es amplio y confortable. Detalles como la cerámica de la hija del propietario, Geraldine Esteves, elaborada en la propia Quinta de Lemos le aportan al espacio sencillez y elegancia.
El restaurante dispone de una terraza sobre los viñedos donde podemos tomar el aperitivo o finalizar una romántica cena.
La vista nocturna del edificio es espectacular, como el entorno que lo rodea, en la tranquila campiña de Viseu.
Dona Santana es otro de los vinos de la bodega dedicado a una de las mujeres que formaron parte de la familia del propietario.
El comienzo es con un delicioso cóctel que nos adelanta el nivel que se va mantener durante toda la cena.
Los entrantes son variados y en esta ocasión giraron alrededor del tomate y la espinaca, productos locales en temporada. Sostenibilidad y economía circular al máximo.
Sorprendente homenaje al pez espada presentado en distintas texturas y sabores. Diogo únicamente trabaja con producto portugués.
Los espárragos del centro de Portugal también tienen su protagonismo en la Mesa de Lemos.
Muy recomendable la opción de maridaje con los vinos exclusivos de la bodega Quinta de Lemos, cuyos viñedos rodean el edificio.
Bacalao de Islandia, como manda la tradición portuguesa. Imperdonable que faltara en un menú tan completo como este.
El mero de las Islas Azores con una exquisita espuma y una textura fantástica por el control de los tiempos de cocción.
El cabrito de la Sierra de Caramulo es uno de loa platos de carne tradicionales con una ternura y jugosidad que recuerda a los sabores e las recetas tradicionales.
Productos como las fresas cultivadas en el Quinta de Lemos, forman parte de los postres como el de requesón de la Sierra de la Estrella que lo acompañan de los arándanos también cultivados en la Quinta en la que también producen miel.
#portuguese restaurant #restaurante portugues #portuguese cellar #bodega portuguesa
Mesa de Lemos
Passos de Silgueiros
3500-541 Sirgueros – Viseu – Portugal