Los textos que figuran en la etiqueta de Bodegas Piedra, al contrario de otras muchas que exaltan las cualidades del vino, reflejan la historia de esta bodega:
“Un hombre escocés recorre media Europa en bici y un día el destino le lleva a Toro. Prueba el vino. Todo cambia.”
Este hombre no es nada más ni nada menos que el abogado escocés Grant Stein que con su mujer Anne adquirió esta bodega junto con las viñas más viejas de la D.O. Toro.
La etiqueta continúa diciendo:
“Las piedras de unas ruinas del castillo del siglo XV se vuelven a juntar en la casa de aquel hombre escocés que un día paró en Toro”.
En escocés Stein, significa piedra y es por esto que se juntan las piedras del castillo con las del apellido de Grant, para darle una nueva vida a la bodega.
Y por último reza un texto que me recuerda a una fábula de Esopo, que leía de pequeño en versión de Samaniego:
“Un zorro se pasea por el viñedo una mañana de septiembre y nos miramos. Queda poco para la vendimia.”
En la fábula, el zorro, al no poder alcanzar las uvas, las despreciaba diciendo que estaban verdes. La moraleja es que muchas veces al no poder conseguir las cosas les restamos valor. Dudo que en el mes de septiembre las uvas de los viñedos de Bodegas Piedra estén verdes. Me imagino al zorro de la etiqueta comiendo las uvas en su punto de maduración y rompiendo con la moraleja de la fábula de Esopo. Piedra tiene un gran valor, pero ni mucho menos es inalcanzable.
Con las variedades Tinta fina y Garnacha y cuatro meses en roble, Piedra, está muy rico. Le he querido rendir un pequeño homenaje en estas piedras cercanas a mi casa con uno de mis perros que no se podía llamar de otra manera que Toro. Salud al hombre y a su mejor amigo.
#vinos #d.o.toro