Con la mantequilla francesa elaborada por Jean-Yves Bordier tendremos un problema y es que una vez que probemos este oro graso, descubriremos que al resto de las mantequilla les falta algo. La verdad que encontramos grandes elaboradores de este derivado lácteo a lo largo y ancho de la geografía, pero hemos de recalar en Saint Malo, en la Bretaña francesa, más concretamente en La Maison du Beurre, para percatarnos de que el maestro Bordier ha «creado un mundo» alrededor de una de las mejores mantequillas del mundo.
Incluso ha montando Le Bistro Autor du Beurre, donde se pueden degustar todas sus creaciones acompañando los más renombrados productos gastronómicos del país vecino. Justo al lado de esta “brasserie chic” se encuentra la lechería con todos sus quesos y demás productos. Pero afortunadamente, en esta ocasión no nos hemos tenido que marchar a la bretaña (aunque nos hubiera gustado) para encontrarla en Casa Amador, en Ferrol, donde la tienen a la venta.
Nos hemos inclinado por la variedad con un 5% de sal y otra que es con aceite de oliva y limón pero nuestra pregunta fue ¿con qué tomamos esta delicatessen? Nada mejor que untada en una buena baguette como entrante o acompañante de otras viandas. ¡Ya está liada! ¿Otras viandas? Queso Comté, ostras en escabeche, foie gras de canard y steak tartar así que no nos quedó más remedio y nos montamos Le Bistro en casa.
¡Oh là là! Menudo homenaje a la francesa. Todo espectacular y eso es el principio pues la mantequilla con aceite de oliva y limón, por su frescor, la probamos y la reservamos para tomarla en cuanto podamos derretida acompañando un pescado, como si de se tratase de una Meunière. El secreto del éxito está además de en su elaboración artesanal, es que mientras para una mantequilla normal precisan unas seis horas, Jean-Yves Bordier, se lo toma con calma y tarda tres días. Nosotros no tardamos tanto con tan suculento banquete, pero nos lo tomamos con mucha calma.
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Veo todos los videos de como utilizan la masa madre y la mantequilla y me enamore.
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