Hay ciertos pescados que nada más nombrarlos, de inmediato se nos vienen a la cabeza dos maneras de prepararlos: o a la gallega o en caldeirada. Uno de ellos es la raya, ese pecado gelatinoso de la familia de los tiburones, que tiene cartílagos en vez de espinas, lo cual hace que se pueda comer de manera más fácil y segura que otras especies. La verdad es que ya sólo dándole una buena cocción en agua con un poco de cebolla, laurel, ajo, pimienta negra y perejil en la que previamente hemos hervido unas patatas, el resultado es espectacular si le añadimos un poco de ajada por encima. Pero como a nosotros nos gusta rizar el rizo y ser un poco canallas, la hemos hecho frita. Generalmente la solemos encontrar siempre en la sección de pescadería de los Gadis, donde la tienen bien limpia, fresca y de buen tamaño. Los ingredientes son muy sencillos y la elaboración más.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS
2 Alas de raya medianas.
Harina de trigo.
Sal.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Creme fraîche o nata agria.
½ Cebolleta.
1 Cucharada de alcaparras.
Zumo de ½ limón.
Perejil.
ELABORACIÓN
Limpiamos bien la raya debajo del grifo, secamos bien y salamos. Enharinamos las alas de raya bien por todos los lados. Yo las meto en una bolsa con harina, la cierro bien y la agito hasta que las piezas están bien cubiertas. Ya sólo nos queda poner aceite en una sartén y freír la raya a temperatura media alta volteándola con frecuencia para que se vaya tostando de manera uniforme durante unos cinco minutos. Para la salsa, mezclamos la creme fraîche con la cebolleta muy picada, las alcaparras bien escurridas y el zumo de limón.
PRESENTACIÓN
En un plato ponemos la raya, vertemos un poco de la salsa por encima y espolvoreamos con perejil picado. En esta ocasión la acompañamos de unas patatas fritas que le fueron al pelo. ¡Canalleo absoluto y delicioso!
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