Nos encontramos ante un plato con un marcado carácter asturiano pues las verdinas son típicas del Principado así como el bonito del norte. Las verdinas son muy parecidas a las “fabas” y la diferencia es que se cosechan todavía en verde, de ahí el color y esto conlleva que la piel todavía no es muy gruesa así que una vez cocidas ésta es casi inapreciable. El sabor es muy suave por eso las combinamos con un corte de bonito aunque unas almejas también le irían de maravilla. La elaboración es muy sencilla aunque requieren de un poco de tiempo y una noche de remojo. Es muy importante para que nos queden enteras asustarlas y por supuesto, además de que estén siempre cubiertas de agua, no removerlas con un cucharón si no menear la cazuela.
INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS
250 g de verdinas
Una rodaja de 400 g de bonito
2 Dientes de ajo
½ Cebolla
Perejil picado
AOVE
Sal
PREPARACIÓN
Comenzamos dejando en remojo en abundante agua las verdinas la noche anterior. En una olla pochamos a fuego muy suave la cebolla muy picada con un poco de aceite de oliva. Transcurridos unos 20 minutos, añadimos el ajo y dejamos que se haga un poco. A continuación, ponemos las verdinas escurrida y cubrimos de agua. Las dejamos a fuego fuerte y cuando comience a hervir le añadimos un poco de agua fría para asustarlas cortándoles el hervor. Repetimos esta operación tres veces, salamos y las dejamos a fuego suave durante aproximadamente un par de horas, meneando de vez en cuando la olla. Cuando estén tiernas, ponemos la rodaja de bonito sin piel ni espinas cortada en cuatro trozos. La dejamos hervir entre tres y cinco minutos para que no se seque por dentro. Ya sólo queda poner un poco de perejil por encima.
PRESENTACIÓN
En un plato con la rodaja de bonito por encima. En esta ocasión aprovechamos la piel del bonito friéndola en abundante aceite para dar un toque crujiente a modo de chicharrico. ¡Ah! Y si os apetece también podéis cantar el “Asturias patria querida” para ambientar un poco más.
#plato de cuchara #guiso #legumbres #pescado
Hola! Se ven muy ricas. Son típicas de mi pueblo en Valencia.
Y también son típicas de Asturias