Siempre que veo una tarta de zanahoria de inmediato me viene a la mente la imagen de Bugs Bunny, el emblemático conejo de la Warner. Creado en 1940, su básica pose mascando una zanahoria está basada en la de Clark Gable en la película “Sucedió una noche” en la que el personaje, apoyado en una valla come zanahorias rápidamente y habla con la boca llena. Pero como dice Bugs en su famosa frase, el pastel de zanahoria es nuevo y viejo. Hay quienes marcan sus orígenes en la edad media, época en la que se solía endulzar con miel, y con zanahoria al ser uno de los vegetales más dulces junto con la remolacha, ya que el azúcar en Europa fue un lujo hasta el siglo XVIII. Aunque de origen británico, su fama llegó a la vez que la del conejo cuando se convirtió en la estrella de la serie Merrie Melodies, es decir, en la segunda Guerra Mundial. En dicho periodo, la escasez de azúcar hizo de nuevo a la zanahoria uno de los principales endulzantes y se popularizó en los Estados Unidos llegando a todas las clases, como llegaba el acento de Bugs, mezcla a partes iguales de los dialectos del Bronx y de Brooklyn. Desde entonces ha estado presente en distintas producciones, tantas como rectas existen de Carrot Cake. La que hoy traemos es muy actual, ya que se puede hacer en unos minutos en el micro. La verdad, es que es una versión muy socorrida y dentro de las tartas de zanahorias podríamos decir que es la “Roger Rabbit” de las tartas. La cobertura, un Frosting de Queso o Butter Cream, será el ingrediente ideal para que comamos el pastel a toda velocidad como nuestro viejo querido amigo masticaba las zanahorias.

INGREDIENTES 

4 Cucharadas de harina

4 Cucharadas de azúcar moreno

1 Cucharada pequeña de levadura

1 Cucharada pequeña de canela

1 Cucharada pequeña de jengibre

1 Huevo

1 Cuchara de leche

4 Cucharadas de zanahoria rallada

1 Pizca de nuez moscada

Para el frosting (Butter cream)

110 g de azúcar glas

110 g de crema de queso

50 g de mantequilla sin sal

  

ELABORACIÓN

Comenzamos mezclando los ingredientes secos y vamos añadiendo poco a poco los ingredientes húmedos batiendo enérgicamente para que no queden grumos. Untamos una taza de 250 ml con mantequilla y llenamos la taza hasta la mitad dejando espacio para que suba la masa. Horneamos en el microondas 2 minutos a una potencia de 850 w. Ponemos la taza en el borde del plato del micro para que se reparta mejor el calor.

Para el frosting hemos de tener la mantequilla a temperatura ambiente y batirla hasta obtener una pomada. Añadimos el azúcar poco a poco batiendo enérgicamente. La crema de queso ha de estar recién sacada del frigorífico. Se añade a la mezcla anterior haciendo movimientos envolventes con una espátula sin batir. Nos aguantará de 4 a 5 días en el frigorífico cubierta con un film.

PRESENTACIÓN 

Desmoldamos el carrot cake y lo rompemos como si fuera una esponja. Cubrimos con el frosting y… “That’s all folks!

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