LA PERDIZ NO «ESPERA»

La idea surge de las películas de Navidad en las que cantan el villancico de una perdiz en un peral . La verdad es que resulta más complicado explicar el significado de dicho villancico que cocinar esta perdiz. Para nosotros ha sido casi como un juego de niños ya que le damos unos matices distintos a los que tiene la cocina de caza tradicional. Para este tipo de guisos, es fundamental el previo adobado con tiempo, ya que tanto las especias como las hierbas aromáticas van a suavizar el sabor y le van a aportar un carácter muy personal. Ni que decir que la pera, con ese toque agridulce, le aporta a este plato la elegancia y ligereza que posee el vuelo de una perdiz. Seguro que una vez que esté en el plato somos capaces de entonar cualquier villancico, pues nos entrarán ganas de cantar en homenaje a esta sabrosa ave. Y es que la perdiz nos espera…

INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS

1 Perdiz de tiro

1 Cebolleta

2 Dientes de ajo

2 Zanahorias

500 ml de vino blanco albariño

100 ml de vinagre de manzana

3 Bayas de enebro

5 Granos de pimienta

2 Clavos de especia

1 Cucharadita de granos de mostaza

1 Palito de canela

2 Hojas de laurel

2 Ramitas de romero

1 Pera

Sal

Pimienta

AOVE

ELABORACIÓN

Comenzamos troceando todos los ingredientes, salpimentamos, bridamos y ponemos a marinar la perdiz bien cubierta en el frigo durante 24h. Se puede añadir un poco de agua hasta que la pieza quede totalmente cubierta.

Transcurrido este tiempo ponemos todos los ingredientes en una cazuela tapada y lo mantenemos en el horno 200ºC durante 40 minutos.

Retiramos la perdiz y la pera y reducimos el marinado hasta que comience a tomar consistencia de salsa.

Ya sólo nos queda poner todos los ingredientes en una fuente y hornear volteando la perdiz y la pera hasta que comiencen a tener un bonito y uniforme color dorado.

PRESENTACIÓN

En esta ocasión ha ido directamente a la mesa en la satén en la que la hemos horneado. Ya se sabe, todo lo que vuela… ¡En la cazuela!

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